Un día más que pasa

Para vos Vos, yo y nosotros, tres cosas distintas. Distintas de sujeto, de acción y de vivir. Vos tenés tus cosas, yo tengo las mías, como todo; y entre los dos, y como podamos, algo va a salir. Entre los dos, obvio. O al menos así me gustaría que fuera. No podes esperar que ponga la espalda y banque todo como si fuese indestructible. Demostrame un poquito de interés, dale. ¿O acaso a vos no te calienta esto? Debe ser mucho más cómodo esperar que te solucione la vida, o lo que a nosotros respecta. Nosotros, vos y yo. Ese conjunto lindo que tenemos. Porque las cosas no son de a uno flacx, déjame decirte. Si pensas que esto es así estas disparando con cualquiera. Ya sé que yo te acostumbré a eso, más vale que sí. Pero estoy cansadx, que queres que te diga. Estoy cansadx de que esto sea así. Llego un punto que ya nada me permite disfrutar esto lindo que tenemos. Somos un conjunto, un equipo, y si no tiramos los dos en la misma dirección terminamos dando vueltas. O cansados, como esto...

 Seguro que ninguno le prestó atención, porque ni yo mismo me había dado cuenta. No es una regla inquebrantable tampoco, para nada. No existe ningún escrito donde se afirme que los Lunes son los días donde se me prende la lámpara. Si revisan el historial, hay muchas entradas de Martes o Jueves, algún Miércoles y un solo Viernes. Lo curioso es que no encontré ninguna publicación subida un fin de semana. Sábados y Domingos parecen escapar a mi inspiración fugaz y repentina. Por ahí es una pavada, pero no me gusta pensar en casualidades.  Hoy me desperté y anduvo por mi cabeza la idea de “Hoy es Lunes, tengo que escribir algo”, con la fija de que era un mandato inexistente, como decía más arriba, aunque con la certeza de que por algo pensé en ello de esa manera. Revise el historial y encontré textos subidos en los 5 días semanales, mayoritariamente los Lunes, a decir verdad; aunque ninguno publicado en algún fin de semana. No debe ser una casualidad que la mayoría de las v...

 Hace un par de días, leí por ahí algo parecido a “esas personas que realmente te sacan una sonrisa cuando estas mal, son aquellas que hay que valorar”. Cierto, muy cierto, tan cierto como que deben existir mil y una frases (y porque no pensamientos e imágenes) que hablen con distintas palabras, de ese mismo concepto. No voy a ser el primero, pero tengo algo distinto para aportar al tema, o al menos eso creo. S.S.S: Sacadores Seriales de Sonrisas.  Todos tenemos algún conocido perteneciente al selecto grupo de SSS. O al menos deberíamos tenerlo. A veces se vuelven sumamente indispensables. Tienen el don de levantarte el ánimo, cuando este está al borde del colapso. Puede ser que sean más o menos lindos, unos perros pateando una pelota o el genio supremo de los fideos con manteca, pero para el caso es lo mismo. El don, SU don, no hace reparos en habilidades o características.  Ojo que son selectos, como les dije. No confundamos a algún payaso momentáneo con un SSS...