Dos mil (2000; 2mil ó cómo más les guste)

Ayer, hoy y probablemente los próximos días siga con el ánimo por el suelo, cómo la mayoría de nosotros, por la perdida de un gran amigo. Iba a dejar correr el tiempo y publicar esta entrada cuando todo se tranquilice un poco, pero desde el primer día les vengo diciendo que muchos de los textos que hay acá reflejan cómo me siento, y me parece bueno, dentro de lo posible, alegrarme un poco y festejar con ustedes. Hace un mes que empecé con esto, y no me tenía ni la más mínima fe (cómo en la mayoría de las cosas que hago), muchísimo menos esperaba llegar a que tanta gente se tome la molestia de leer lo que me surge, lo que escucho o lo que se me ocurre básicamente.
Gracias por tomarse el rato de prestarme atención, de compartir los textos, y muchas veces, llenarme de elogios. Seguramente todos tienen noción de lo que significa que te reconozcan (aunque no sea lo importante), y más siendo extremadamente tímido. De a poco, y aunque a veces no lo vea, esto también ayuda a que me preste a cosas nuevas y más complejas.
No tengo palabras para describir la satisfacción personal que significa que alguien venga y te diga que, pasando un mal momento, se sienta reflejado con tus palabras, y que ellas le sirven para estar un poquito mejor. Ni dos mil ni un millón de leídas alcanzan para superar esa alegría.

GRACIAS POR LAS DOS MIL VISITAS!
Diego M.



Comentarios

Entradas populares de este blog

No podemos obligar a que nos quieran II

Dos puntos: acerca de extrañar

Fuiste vos