Muchas veces, cuando sucede algo inesperado o increible, solemos decir que hubo cierta cuota de "magia" en el asunto para que eso se lleve a cabo. Hoy no me pasó nada de mágico, hoy me pasó otra cosa. Particularmente me toco debutar en reserva, y estaba lleno de nervios, por lo que te pedía una manito más a cada rato amigo para que me ayudes, para que no me bloquee. Partido 2-2, se muere el tiempo, y a un osado se le ocurre sacar un tiro al ángulo, la pelota bajando con la a yuda del viento, convirtiéndolo en un gol seguro e I NA TA JA BLE como decían los relatores de antes. Gol seguro si, en todos los arcos del mundo, pero no en el mio. Y no porque lo haya evitado, al contrario. Me vi vencido y atiné solo a quedarme parado, fue una fracción de segundo,incapaz de reaccionar. Y ahí es donde sucedió lo inesperado. Todavía no se cómo pero esa pelota no fue gol, y me reventó el travesaño. No se cómo la verdad, pero para mi, que en ese momento algo tuviste que ver. Porque te pedí...
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