Deja Vu
Anoche tuve un sueño rarísimo, muy raro. No me acuerdo cómo empezaba, a decir verdad. Para el caso es lo mismo, lo que quería contarles es otra cosa.
Podría empezar diciéndoles que estaba acostado, mirando el techo. Y que había mucha luz en el lugar. Y gente con ropa de médico yendo y viniendo. Una de esas se acerca hasta mi y me pregunta cómo me llamo. -Diego-, le digo, casi temblando. -Tranquilo -, me dice y se vuelve hacía los otros.
En ese momento le saqué la vista al techo, y girando la cabeza, me pongo a mirar el lugar. Parecía la sala de un hospital. Claro, había gente con ropa de médico, que más podía ser. Sigo mirando el lugar y en un pared había una arcada grande, de la que venía mucha más luz. De ahí entraban y salían los médicos. La luz venía de un reflector enorme, que aunque me encandilaba desde mi lugar, me dejaba ver que estaba justo arriba de una camilla y que, acostado también encima de ella, había un hombre. Me sorprendió por un instante, hasta que me di cuenta en donde estaba. Si, el lugar era la sala de un hospital, pero no cualquiera: estaba en un quirófano.
Lo primero que se me vino a la cabeza era saber porque estaba ahí, aunque parecía bastante obvio. Para sacar de raíz mis dudas, al mover el brazo izquierdo para levantarme y bajar de donde estaba acostado, percibí que tenía en el un suero. No se realmente cómo explicarles el miedo y los nervios que sentí en el pecho. Si, en cambió, estoy seguro que transpiraba frío. A partir de acá tengo un sólo recuerdo, que se repite una y otra vez. Lamento la falta de detalles, que seguramente haría que se imaginen un poco mejor la situación de mi sueño, pero lo que recuerdo es monótono y repetitivo. Y simple, bastante simple. Tan simple cómo encontrarme tarareando, con un hilo de voz, una parte de "Cuando pase el temblor", de Soda Stereo. Me resulta raro, ahora, analizando el sueño, que sea sólo la frase más conocida de tal tema, porque me lo se de memoria. Pero si, una y otra vez repetía "Despiertame cuando pase el temblor". Una y otra vez, hasta quedarme dormido.
En ese momento me desperté, y ya era de día. Escuche a una de las gatas de mi mamá rascándome la puerta, y cuando logré despavilarme, me quedé pensando en el sueño. De alguna manera, y todavía no se porque, tengo la sensación de que ya pasé por todo eso ocurrido en el sueño, aunque no lo recuerde bien. Esa sensación extraña y asaltante de estar viviendo un deja-vu.
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