Liberarse

Alguien que quiero mucho me dejó el tema sobre la mesa y, aunque quisiera, no podía esquivarlo.
Les pasó alguna vez eso de sentirse mal para con ustedes, bien adentro, por tener una idea de una persona que difiere de la que te cuenta el resto? Quiero decir, supongamos: por A ó por B, tal sujeto para nosotros es un ángel de dios; y para nuestros allegados, algo "bastante" distinto.
Me parece que a partir de acá arranca el problema, si quieren llamarle así: confiamos a muerte en esta persona de confianza, pero de igual manera elegimos seguir en la nuestra. Por qué? Por capricho? Por obsesión? O por orgullo.
Desde mi lugar pienso que tiene que ver un poco con esta última, aunque bien podrían explicárselo con cualquiera de las anteriores nombradas.
Creo que, algún lugar adentro tuyo tenes una esperanza tan grande (tal vez mayor que cualquier sentimiento que te involucre a esa persona) de que las cosas sean cómo vos las imaginas y no cómo te cuentan. Y aunque así lo fuesen, en una de esas tal persona va y cambia su forma de ser por vos. Golazo.
Pero lamentablemente, hay cosas que no pasan, y no van a pasar porque está vida no es una película. Dios quiera, si estas leyendo esto, que pienses en cómo librarte de ello. Y, si te pasó y lograste cambiarlo, que me cuentes cómo hiciste, porque yo tampoco encuentro la forma, aunque lo tome a risa.
Ojalá esta vida guacha fuera tan fácil cómo escribir un texto reflexionando (o vaya a saber que cosa es esto) en un blog de medio pelo.

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